Para que nadie se lleve a engaño por la sabia medida que el conseller de inmigración, Rafael Blasco ha anunciado, me gustaría puntualizar que lo único que pretende el ejecutivo valenciano ¡Dios los tenga en su gloria! es advertir a los inmigrantes, para que nadie se lleve a engaño sobre las costumbres y tradiciones valencianas.
En nuestra tierra de las flores es costumbre que nuestros hijos e hijas estudien, a ser posible cuanto más tiempo mejor, en colegios viejos, deteriorados, con falta de dotaciones y especialistas y con ratios que superen siempre los recomendados. La tradición marca que, al menos un 15% de los estudiantes de nuestra terreta se formarán en bonitos y tradicionales barracones escolares ¡¡¡qué nadie venga luego escandalizándose por los barracones, ni diciendo que en Ecuador están mucho mejor!!! si es costumbre, es costumbre y punto.
Otra de las cosas a las que tendrán que acostumbrarse los inmigrantes es a tener paciencia y a joderse cuando les duela algo ¿qué tiene gripe y pretende que hoy le atienda un facultativo? ¡¡¿pero qué se ha creído?, ¿qué estamos en Finlandia?!! Aquí, la costumbre es esperar unos cinco días hasta que el médico pueda verle y si cree que tiene algo más grave, la tradición marca unos tres meses para que le atiendan en especialidades.
Son dos de las bonitas tradiciones que tenemos en esta soleada tierra mediterranea, además de comer paella los domingos, que te gusten los petardos, que la mayor ilusión de tu vida sea ser la Fallera Mayor de Valencia y que se te folle Zaplana... (uy, perdón, esto se me ha escapado, lo siento, lo he dicho sin querer)
Así que, señores y señoras inmigrantes, ya están advertidos, que luego no aceptamos reclamaciones de qué mierda de colegios... para que estudien en un barracón me quedo en Perú... si es costumbre, es costumbre y punto!!!
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