martes, 11 de noviembre de 2008

Nosotras, que somos las mejores...

"Escribo cuando me cabreo" -afirmaba cierto profesor al que fui a escuchar este fin de semana-. Su comentario me hizo ver que la indignación es el motor que me impulsa a escribir, no creo que lo haga bien del todo, pero tampoco pretendo ser la finalista de los 10 mejores blogs de la blogosfera, me conformo con que lo que sale a través de los dedos para quedar grabado aquí, no me inflame el hígado mucho más de lo que habitualmente está -y hay días en que podría hacer paté-.
A lo que iba, que me despisto.
Este fin de semana asistí a unas charlas organizadas por un colectivo comarcal de mujeres. Es curioso, pero en estas charlas siempre oigo el mismo comentario: "es mejor que no asistan hombres, porque siempre tienen que opinar y nos quitan nuestro espacio", no sé si es una opinión generalizada pero llama la atención que las mismas que escupían estas palabras, al acabar las charlas, acudieran cual gallinas cluecas a felicitar y a babear en torno a los ponentes que en sus dos terceras partes eran hombres.
Me llama la atención como ningunean al hombre-compañero (al que deben considerar el origen de todas sus desgracias) pero como siguen adorando al hombre-maestro (al que deben creer tan listo y tan superior a ellas que no se atreven a vetar su entrada ni a cuestionar sus enseñanzas).
También me llama la atención el lenguaje que utilizan los ponentes ¡¡qué majos son y como bajan a nuestro "nivel" para que entendamos todo lo que dicen!! Seguro que si su auditorio fueran hombres de entre 35 y 50 años serían mucho más serios y rigurosos en sus planteamientos.
Todas estas contradicciones son normales, las mujeres aún estamos experimentando como se vive en una sociedad presuntamente igualitaria, pero sí hubo algo que me saco de mis casillas: El último ponente nos animó a cambiar el mundo, a protestar, a organizarnos en colectivos, a darle la vuelta al calcetín, parece que los hombres -según él- no saben como hacerlo y nosotras somos mejores... ¿dónde habré oído eso antes? ¡¡ah si!! Me retumba el mismo argumento pero con el tema lavadora, plancha, deberes de los niños, darle de comer a la abuelita, acompañar al médico a la suegra, comprar los regalos de Navidad, cocinar, organizar las maletas... ¡¡¡somos las mejores, las que mejor sabemos hacerlo todo!!!! hasta cambiar ese mundo que ellos contribuyeron a hacer así de machista e inhumano, ese mundo que les permite tener un buen trabajo, no haber sido discriminados jamás por tener un hijo, ese mundo que les ha proporcionado prestigio y dinero pero que, curiosamente, no les acaba de satisfacer del todo.
Obviamente, no van a ser ellos, señores de 60 años catedráticos de reconocida valía, quienes salgan a la calle a pedir un mundo más justo, más ecológico o más humano, para eso estamos nosotras: sus eternas chachas.

1 comentario:

Anónimo dijo...

guau, menos mal que lo sueltas to, si no, pobrecita, jeje.
muy agudo en lo de que somos las mejores (pero ademas es verdad), jaja.
besos.yes, we cam.....
m.j.