viernes, 30 de mayo de 2008

De la teoría de la manipulación al síndrome de las "ganas de teta"

¡¡¡Las fotografías son esclarecedoras, el gran misterio de los gestos de los bebes ha sido resuelto!!! Padres y madres del mundo entero tendremos que agradecerles a estos "científicos" que hayan abierto una luz de esperanza en la difícil tarea de entender a nuestros hijos.


Lo que no dice el estudio es que cara ponen los niños y niñas cuando escuchan gilipolleces como las que se pueden leer en el artículo:


"[...]La investigación revela que la expresión facial y vocal del bebé durante el llanto permite distinguir a los padres y a los pediatras si el niño llora por miedo enfado o dolor [...]" En la línea de la argumentación que realiza más abajo, solo les falta explicar que deben hacer los padres: "Si llora por miedo, no le consuele o le hará un blandengue, si es por enfado, no le consuele o le hará un tirano, si es por dolor tampoco debe consolarle o no le hará resistente a la frustración"


Finalmente el catedrático de la UNED, cuyo nombre no viene reflejado en el artículo, declara: "Con los niños de más de seis meses, los padres y cuidadores deben tener especial cuidado de no atender su llanto más allá de lo estrictamente necesario porque pueden potenciarlo y con él el sufrimiento del niño, ya que el bebé cree que si llora conseguirá cosas, y de esa manea manipula a los demás y tarda en madurar" ¿qué un bebé llora para conseguir cosas?¿consolas?¿móviles?¿vacaciones caribeñas?¿un deportivo? Un bebé llora SIEMPRE por una causa justificada y el DEBER de sus padres es consolarle SIEMPRE, es triste además de peligroso, que los supuestos expertos en psicología infantil sigan anclados en prejuicios del S.XIX
Sin embargo, no todo son malas noticias. Hay un sector de especialistas que han sabido evolucionar, observar la realidad y reflexionar con mucho más sentido común, sensibilidad y humanidad que los anteriores que solo repiten como monos tonterias ferberianas:


Destaco lo siguiente:

[...] Expresa el doctor Loño que uno de los principales problemas que sufre el niño en sus primeros años de vida (hasta los dos) es el déficit de vínculo de apego, lo que el psiquiatra infantil denomina como "ganas de teta" de la madre, de contacto físico y calor real que por las circunstancias actuales de ambos progenitores, cuando trabajan, no le pueden dar [...]

Lo único que debo reprocharle al doctor Loño es que no siempre hay déficit del vínculo de apego por las circunstancias laborales de los padres, también por obedecer pautas "educativas" como las que se recomiendan en el anterior artículo y que, por venir de expertos, son tomadas por los padres primerizos como norma fundamental. Obviamente los padres y madres, por norma general, queremos siempre lo mejor para nuestros hijos pero la mala suerte en leer el libro equivocado o en tener el pediatra equivocado hará que sigamos pautas deshumanizadas a la hora de criar a nuestros hijos.

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