miércoles, 28 de mayo de 2008

Del cambio climático hasta los préstamos del 24%

Yo recomendaría a los publicistas que no sigan gastando ideas basadas en el ecologismo, el crecimiento sostenible ni el cambio climático, mejor que las metan en un cajón para cuando a la gente le vuelva a importar y preocupar todo eso.
Efectivamente, hasta hace bien poco andábamos todos preocupados por el cambio climático, el efecto invernadero, la sequía, la desaparición de los polos...
Hoy, en mayo de 2008 ¡¡nos importa una mierda si el polo se derrite o el efecto invernadero nos rodea!!
Los combustibles no paran de subir, se ha anunciado una subida del 11% en la energía eléctrica, el euribor está que se sale ¿para que hablar de los alimentos? ¡¡si trae más a cuenta renovar el fondo de armario que hacer un gazpacho y una macedonia!!
La gente anda histérica con lo de llegar a fin de mes y yo me alegro, nos han pegado una buena hostia en todos los morros y nos han recordado que somos clase "currita", peones más o menos cualificados cuya única fuente de ingresos es nuestro trabajo.
Más de uno y de una se ha despertado de ese bonito sueño en el que le animaron a enriquecerse como los grandes: a base de especular con el ladrillo. No era raro encontrar en la panadería al ama de casa que se jactaba de haber ganado sus buenos millones escriturando a nombre de otra persona en cuanto estaba acabada la obra: "En dos años he ganado 20 millones"- confesaba ufana y pensando que la Koplowitz y ella tan solo se diferenciaban en el tono del tinte-. Esta gente tenía todo el derecho del mundo a enriquecerse rapidamente ¡por supuesto! pero no contaban con contactos, información privilegiada, amigos concejales de urbanismo y otras variantes que hacen que las riquezas se adquieran y se conserven. La pobre ama de casa volvió a comprar otros dos pisos para seguir especulando, pero ella, que nada sabe de burbujas ni recesiones, ajena a los rumores de los entendidos siguió hacia adelante cuando los que de verdad saben ya se habían retirado.
Ahora vive agobiada con dos hipotecas y un préstamo al 24% que sacó a espaldas de su marido. Al final no ha ganado un solo euro, de hecho su situación personal es mucho peor que hace diez años.
Jugaron a ser ricos y perdieron.

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